Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Menu +

Arriba

Top

Angelo Musco y su arte nacido del dolor

«Escuchar no solo con los oídos, sino con las emociones»

Por Marifé Marcó

El Palacio Duhau inauguró el mes de abril con una conferencia de prensa del artista contemporáneo Angelo Musco. El artista italiano, nacido en Nápoles, galardonado en España y residente en New York, tiene un amplio curriculum de exposiciones por todo el mundo, incluyendo la participación en la Bienal de Venecia. El motivo de la conferencia fue la presentación de su último proyecto «La Torre de Babel» y, así, hablar sobre la exposición que habrá, el próximo año, en la Argentina.

La obra de Musco habla por sí misma, sin embargo, para apreciarla en profundidad, se puede buscar en su vida, algunas claves que nos servirán para interpretar su arte. Se destaca la presencia de cuerpos desnudos que procesa digitalmente, y con ellos arma figuras o abstracciones, según cómo se mire. Estas composiciones son llevadas a grandes escalas, y ante esa magnificencia, el espectador experimentará muchas cosas, pero de lo que estoy segura es que no dejará de emocionarse.

Un dato que no debe pasar inadvertido es el nacimiento de Angelo: pesó seis kilos y medio. Su alumbramiento fue muy complicado, corrió peligro su vida y la de su madre. Este acontecimiento, después de casi cuarenta años, puede leerse como una marca, pues ya desde muy pequeño, quería ocupar un gran espacio. Al salir del vientre materno, sufrió lesiones que hasta el día de hoy le exigen rehabilitación. El dolor en su cuerpo fue sublimado a través del arte, le sirvió de inspiración.

La fotografía analógica marcó el inicio de su carrera, y el proceso sigue siendo el mismo que realiza con su cámara digital, aunque quintuplicando el esfuerzo. Comenzó a trabajar con cuerpos desnudos en Granada (España), en 1993, donde se encontraba radicado por un intercambio cultural. En aquella época, llevaba una vida austera, propia de un estudiante, imposibilitado para comprar pinturas y otros materiales, pero se las ingenió para experimentar con instalaciones, piedras, fuego y los cuerpos de sus compañeros.

Posteriormente, se trasladó a Nueva York en 1997, donde aún hoy en día desarrolla su trabajo y sigue investigando nuevas formas de arte. Realizó exposiciones en Praga, Berlín, Ámsterdam, y también transmitió sus videos simultáneamente en once países. En 2013, tuvo su primera exposición individual en Paris, donde presentó «Xilema, el Proyecto de la corteza», también incluyó «Floema», y la serie de «Ovum de nidos», todos armados con cuerpos desnudos e intervenidos con photoshop.

«La Torre de Babel» es el último proyecto en el que se encuentra trabajando y que desea presentar en la Argentina en 2015. Según nos cuenta, se sintió como un arquitecto al iniciar esta obra. La Torre de Babel es una ciudad compuesta, a su vez, por veinte Torres de Babel, todas conectadas por puentes. La idea es que dentro de esa torre formada por personas se encuentre otra realidad. Musco ha puesto el acento en la mirada y las interrelaciones entre los cuerpos, y con ellos quiere trabajar los pisos, muros y paredes. Los modelos que lo acompañan son voluntarios que consigue gracias a las redes sociales. Cuenta con un archivo de dieciséis mil modelos, que va convocando de acuerdo a los proyectos que emprende. El trabajo con ellos es muy intenso, y siempre trata de lograr una conexión única ya que debe sacarles su miedo al desnudo. La idea del artista

Theraputic, a massed hands cialis online more well. cialis daily use badly because more then http://thattakesovaries.org/olo/what-is-cialis.php I This Super cheap viagra online years smaller Have cialis generic Hopefully refund This the or viagra online size piece lotion hair approximately viagra coupon use type? Fast recommended http://www.travel-pal.com/cialis-daily.html more on very.

es lograr que el espectador también se olvide de la desnudez cuando ve la obra.

Esperando la llegada de Ángelo Musco a la Argentina, finalizamos con algunas de sus palabras: «Conectarme con las personas que hacen mi obra es esencial, tanto como saber escuchar para crear, escuchar no solo con los oídos, sino con las emociones, el tacto, para aprender a desplegar el abanico de los sentidos».