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24 julio, 2019

La Habana se recupera tras el paso del tornado

Por Anabella Almonacid Fernández

La Habana se recupera tras el paso del tornado

El peor fenómeno de los últimos 70 años afectó a parte de la capital cubana.

Más de 1.200 viviendas fueron destruidas por el tornado, que se registró la noche del 27 de enero en la mayor de las Antillas. Las autoridades informaron la perdida de cuatro vidas humanas y más de 200 heridos.

 

Los municipios afectados fueron Regla, Guanabacoa, Diez de Octubre y San Miguel del Padrón. Al momento, más del 80 por ciento de las escuelas reiniciaron las clases y el Estado prevé terminar cuanto antes con la recuperación de la ciudad.

Un tornado es una columna de aire rotativo que gira violentamente y que se extiende desde una tormenta eléctrica hasta el suelo. El más violento es capaz de causar una destrucción importante ya que puede alcanzar los 400 kilómetros por hora e, incluso, superarlos.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó a través de su cuenta de la red social Twitter que «nadie quedará desamparado» y convocó a «un tsunami humano de reconstrucción», después de que el fenómeno impactara fuertemente, con un saldo de cuatro muertos, casi 200 heridos, de los cuales quedan sólo algunos hospitalizados, y 1.286 viviendas dañadas, mientras los derrumbes totales suman 123 y los parciales 625. «Una sociedad organizada, una economía planificada, un gobierno socialista, siempre tendrán reservas para que nadie quede desamparado», enfatizó el mandatario.

 

 

El fenómeno meteorológico sorprendió a los cubanos, que recién esperan para mayo el inicio de la etapa del año que registra el mayor número de las llamadas Tormentas Locales Severas (TLS), cuya forma de manifestación más destructiva y peligrosa son los tornados.

El Instituto de Meteorología (Insmet) confirmó que el tornado alcanzó la categoría F-4 de una escala máxima de hasta F-5. Sólo se conoció un evento de tal magnitud en la Isla en diciembre de 1940, cuando otro tornado F-4 arrasó con el municipio de Bejucal, ubicado en la actual provincia de Mayabeque. De manera que, tal magnitud en un tornado no se veía hace 70 años.

Sí se recuerda en la historia más reciente, se puede mencionar el paso del Huracán Sandy e Irma. El primero, golpeó en 2012 a la provincia de Santiago de Cuba y nueve años después, la provincia muestra una imagen renovada y moderna que asombra a quienes fueron testigos de los destrozos causados, tanto en el sector residencial, con 171 mil viviendas dañadas total o parcialmente, como el en ámbito estatal, con 10 mil instituciones perjudicadas.

El Huracán Sandy causó, en la suroriental provincia santiaguera, la muerte a nueve personas y dejó pérdidas económicas valoradas en 4 mil 700 millones de pesos. Sin embargo, la provincia santiaguera avanzó en la solución de las afectaciones a las viviendas y los daños al sector estatal pese a las limitaciones económicas que impone el bloque de los Estados Unidos a Cuba, que según el último informe que presentó el país caribeño en virtud de la resolución 72/4 de la Asamblea General de las Naciones Unidas «los daños acumulados por el bloqueo durante casi seis décadas de aplicación alcanzan la cifra de 933 mil 678 millones de dólares», tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional. A precios corrientes, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 134 mil 499 millones 800 mil dólares.

 

 

Mientras que el Huracán Irma impactó su furia, la primera semana de septiembre de 2017, en el archipiélago de Camagüey, centro-norte de Cuba, con vientos de hasta 260 kilómetros por hora. En ese entonces, el presidente de Cuba, Raúl Castro, informó que el azote del poderoso huracán Irma dejó pérdidas valoradas en $13,185 millones y diez vidas humanas.

El tornado reciente que afectó a la Habana dejó serios destrozos en tendidos eléctricos, cableados de telefonía fija y redes wi-fi y móviles. Las brigadas de trabajadores del gobierno se ocupan del saneamiento y limpieza de calles para garantizar el restablecimiento de servicios básicos como agua, gas butano y electricidad. Además, se organiza el abastecimiento a la zona afectada para asegurar la alimentación de la población. «Así lo evidenciamos en distintos kioscos dispuestos en las zonas afectadas de venta de comida a precios populares, así como la distribución de pan, alimento base de toda mesa cubana. El trabajo es arduo. La voluntad de resolverlo, también», explicó en diálogo el Gran Otro, Laura Mor, periodista argentina radicada en Cuba.

Respecto a la limpieza de escombros, las autoridades informaron que en una semana deben quedar totalmente limpios los municipios de Guanabacoa y Regla; en tanto Diez de Octubre, considerado el de mayor afectación, estará listo para el fin de semana siguiente.

Imágenes estremecedoras, de destrucción, inundan las calles de cada uno de los barrios afectados, pero a la par de la solidaridad y la unidad del trabajo colectivo.

 

 

Solidaridad

Diversas instituciones, proyectos socioculturales comunitarios y redes de activistas organizan recolectas de alimentos, agua y ropas para aliviar los daños materiales ocasionados por el fenómeno atmosférico. Igualmente, desarrollan iniciativas culturales y llegan hasta los barrios afectados para trabajar en la recogida de escombros. Tal es el caso de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, la Agencia Latinoamericana Prensa Latina, la Fábrica de Arte Cubano, La Asociación Hermanos Saíz y el Consejo Nacional de Artes Plásticas.

Por otro lado, las donaciones desde el exterior, sean de gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales o personas naturales, se realizan a través de las embajadas en cada país. El Gobierno cubano se encarga de organizar el arribo, el ingreso sin pagar aranceles y la distribución. Si es dinero lo que se desea donar, el Banco Financiero Internacional tiene una cuenta habilitada con el número 0300000005093523.

 

Fotos: Yaimi Ravelo.