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9 mayo, 2014

Entrevista a Karina Azaretzky, artista de estirpe

«El arte, como ilusión, tal vez sea una salida ante la violencia»

Por Margarita Gómez Carrasco

 Las obras de arte tienen
su eficacia práctica en
una modificación de la conciencia.

Teoría estética
T.Adorno

Valiéndose de los espacios exuberantes de vegetación, la artista tucumana Karina Azaretzky realiza recortes para hablar de su propio paisaje interno. En sus obras encontramos bruma, claroscuros, silencios y sombras que nos invitan a pensar sobre el enigma del arte, y en este sentido, sobrevuelan las palabras de Adorno: «El arte, como ilusión, tal vez sea una salida ante la violencia».

¿Qué fue lo que te trajo a Buenos Aires?

Hace mucho tiempo que tenia la idea de venir, que me daba vuelta por la cabeza, pero no me terminaba de animar, estaba buscando un lugar. A pesar de que amo Tucumán, mi provincia, y agradezco todo lo que me dio, sentía que me faltaba algo, otro lugar con mayor proyección; así, elegí Buenos Aires, que tiene más galerías y oportunidades.

¿Cómo y cuándo empieza tu inquietud por el arte?

Fue con la fotografía, desde muy chica. A los catorce años ya tenía una cámara, era de mi papa, y empecé a usarla de forma autodidacta, intuitiva; luego, busqué cursos, no había mucha oferta en ese momento, estamos hablando de 1996, 1997. A los 18 años empecé la carrera de psicología y paralelamente hacía cursos de fotografía. Tuve la suerte de conocer a un gran maestro, Bruno Ternavasio, que me inició en el conocimiento del arte y la estética. Así mis intereses cambian y me cuestiono si deseo seguir la carrera de psicología, la dejo y decido insertarme en el mundo del arte. 

¡Qué decisión!

Lo que me pasa con la fotografía, a diferencia de la pintura, que trabajé cuando estudiaba arte, es que me permite cierta conexión con lo que estoy viendo, con la experiencia de conectarme con lo que está pasando. Para mí, es como un puente que te permite llegar a lugares que de otra manera no podrías llegar. Me pasó cuando trabajé como fotógrafa de periodismo, cuando abordaba gente, o cuando estoy en un paisaje en un entorno natural y siento esa conexión con lo que estoy viviendo. La fotografía me permite apropiarme de esas realidades y transformarlas en algo nuevo. A diferencia de la pintura, que es de adentro para afuera, la fotografía es de afuera para adentro.

Por mi formación en licenciatura de artes plásticas en Tucumán, aprendí teoría y la técnica. Fui pasando por diferentes talleres, incursionando como aprendiz en pintura y otras disciplinas, pero nunca me apropié de ninguna, quedé en fase de experimentación. Hoy no queda nada de eso, tiré todo, quemé todo, solo me quedé con la fotografía.

¿Qué técnica empleás?

Toma directa.

¿Tenés una foto que puedas decir con esta me identifico?

Sí, pertenece a mi último trabajo que inicie en Buenos Aires. Cuando llegué, sentía nostalgia por ese contraste del verde y la luz de Tucumán. Aquí, los edificios tapan el sol, hay muchos oscuros, mucho cemento y nunca me había percatado tanto de la diferencia que puede haber en una ciudad y otra. Como la luz, para mí, es la materia prima de mi trabajo, siempre trabajé con fuertes contrastes y marcando zonas de luces muy profundas, y entonces, a partir de ese extrañamiento, de extrañar y de sentirme extraña acá, empecé a trabajar en el Jardín Botánico. Para realizar las fotos me adentré en ese verde, así, pude aislarme del contexto de la gran ciudad y encontrar ahí un punto de convergencia con el verde de Tucumán. El verde y el silencio son los elementos que trato de encontrar, y haciendo esas fotografías, encuentro un paisaje interior que llevo adentro y así puedo tratar de encontrar zonas oscuras con luces muy puntuales. A mí me interesa mostrar que en la luz también hay algo oscuro. Al mediodía, es un horario en el que, por lo general, te recomiendan que no hay que fotografiar, porque los colores son muy fuertes, no están bien delineados, pero a mí me interesa ese momento de máxima luminosidad y también la oscuridad para marcar ese contraste.

¿Y tus referentes?

Fueron cambiando de acuerdo a los intereses. Mis primeros referentes vinieron en realidad de la pintura: el romanticismo europeo, William Turner y Caspar Friedrich, y el estudio de la luz de los impresionistas. Luego, me gustó mucho la fotografía abstracta en los Estados Unidos, y los artistas Wynn Bullock, Minor White, esos autores se podían conectar con la naturaleza sin que la imagen quede en un paisaje bonito.

¿Pensaste en cómo te gustaría que se mire tu obra?

Desde la subjetividad, si logro que alguien empatice con lo que estoy mostrando, creo que es lo máximo que uno puede aspirar, porque es cuando te desprendés de ella y pasa a ser de otra gente. Me pasa cuando escucho los comentarios, que realmente se sintieron identificados al mirar mi obra, o que les movió algún recuerdo o los emocionó desde algún lugar, eso es lo que más me gusta. Te diría que lo que más me importa es que puedan relacionarse desde la emoción y la subjetividad.

¿Hiciste alguna muestra en Buenos Aires?

Antes de responderte, quiero volver a la primera pregunta, elegí Buenos Aires porque hay un circuito de exposición y de arte mayor que en las provincias, aunque cuesta entrar y hacerse conocer, porque es un camino difícil, pero no imposible. El año pasado hice una muestra en el espacio de arte de la Amia sobre un trabajo que desarrolle entre 2007 y 2011, con un trabajo que se llama Trama, que surgió a partir de recuerdos, vivencias que tuve con mis abuelos. De esa forma, me reencontré con las telas, las texturas de los cortinados. Mi abuela era modista y mi abuelo vendía telas, todo eso estaba muy dentro mío, y es un trabajo muy querido, igualmente, es como un paréntesis, porque mi producción tiene mucho más que ver con la naturaleza, con el entorno y es otra cosa, aunque estuve muy contenta de poder mostrarlo y de hacer un cierre porque me llevó mucho tiempo hacerlo.

 

En este momento en el que se jaquea al arte, la creación artística de Karina Azaretzky cobra sustento a través de la metáfora y la memoria, dos pilares que no cesan de interpelar al mundo y al presente, permitiéndonos acercarnos a la verdad.

 

  • Karina Azaretzky nació en Tucumán, Argentina, en 1981. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Nacional de Tucumán. En el 2010, participó en un intercambio de fotógrafos entre el Reino Unido y Argentina, con una beca patrocinada por el British Council y ARGRA

    Estuvo encargada de la producción de la Bienal de Fotografía Documental tercero y cuarto en Argentina. Paralelamente fue docente de Historia de Arte III en la facultad de Artes de la UNT. Actualmente vive en Buenos Aires, y es productora de Encuentros Abiertos – Festival de la Luz. En el 2013 realizó una exposición individual “Trama” en el espacio de AMIA.

    Su obra ha sido expuesta en numerosas exposiciones individuales y colectivas desde 1999.

     

  • – Nominada a Leopold Godowsky, Jr. color Photography Awards 2013

    – Nominado al Foam Paul Huf Award 2013

    – Emerging Photographers 12, Centro de Expresiones Contemporáneas de Rosario, 2012

    – Primer Premio de Fotografía, XVII Premio Carlos María Navarro, 2011

    – Segundo Premio, Premio Caps de Arte 2011

    – Primera Mención Fotografía, XVI Premio Carlos M. Navarro, 2009

    – Segunda Mención Fotografía, XVI Premio Carlos M. Premio Navarro, 2008

    – Primer Premio de Fotografía, XXVI Premio Lino E. Spilimbergo, 2004

  • – «Trama», exposición individual. AMIA Espacio de Arte, Buenos Aires, 2013

    – «El Tiempo Que habita», curadores Mariela Delnegro y Marta Penhos, UADE Espacio de Arte, Buenos Aires, 2013

    – «Del Pensamiento a la imagen», curadora Lena Szankay, Estudio 488, Buenos Aires, 2013

    – Photobook Feria, Espacio Ecléctico, Buenos Aires, 2012

    – Lima Bienal de Fotografía de 2012, Photobook Feria, Perú, 2012

    – Tapas de Arte Premio, Premio 2 º, UNT Museo, Tucumán, 2011 De

    – XVII Premio Carlos M. Navarro, primer premio de fotografía. Centro Cultural «Eugenio F. Virla», Tucumán, 2011

    – 8 ° Contemporary Art Award, la selección del jurado, UNT Museo, Tucumán, 2011

    – Fundación Premio Lebensohn fotografía, la selección del jurado, la Fundación Lebensohn, Buenos Aires, 2011

    – «Naciones deportivas: Viviendo el Deporte», curadora Adriana Lestido. Fotogalería del Teatro San Martín, Buenos Aires, 2010

    – 7 ° Contemporary Art Award, la selección del jurado, UNT Museo, Tucumán, 2010

    – 14 ° Exposición de Arte Visual. Catalinas Park, Tucumán, 2010
    – Exposición individual «Latencias», Círculo, Tucumán, 2009
    – XVI Premio Carlos María Navarro, 1 º mención, Centro Cultural «Eugenio F. Virla», Tucumán, 2009
    – XX Anual Mostrar de Fotoperiodismo Argentino, la selección del jurado. Palais de Glace, Buenos Aires, 2009
    – XV Premio Carlos María Navarro, 2 º mención, Centro Cultural «Eugenio F. Virla», Tucumán, 2008
    – XIV Premio Carlos María Navarro, la selección del jurado. Centro Cultural «Eugenio F. Virla», Tucumán, 2007
    – «Los artistas de Tucumán», curadores Elda Harrington y Raúl Cottone, XIV Encuentros Abiertos – Festival de la Luz, Centro Cultural «Juan L. Ortiz», Entre Ríos, 2006