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13 julio, 2021

Reseña Literaria: Napalpí, atrapada en el viento, de Gabriela Exilart

Por María Nieves Gorosito

Reseña Literaria: Napalpí, atrapada en el viento, de Gabriela Exilart

Grabriela Exilart, docente, abogada y escritora, se suma con el relato de su novela Napalpí, atrapada en el viento al cambio de paradigmas que tomó impulso en la década de 1980, cuando comenzaron a realizarse estudios centrados en las sociedades indígenas. Hace un tiempo, la literatura dejó de estar parcializada y, ahora intenta, en un acto de justicia, poner a hablar a aquellas voces silenciadas. Abandona aquel estilo de escritura que acartona y estereotipa a sus personajes. La literatura argentina busca en este nuevo paradigma saldar su deuda con la figura, ni más ni menos, del hombre originario de su propia tierra.

 

Beatriz Sarlo, periodista, escritora y ensayista, junto a Carlos Altamirano, político chileno, señalan que obras como Facundo, de D. Sarmiento, y La Cautiva, de Esteban Echeverría, pertenecen a una literatura sesgada y tendenciosa. Junto a otras que surgieron en esa época, tienden a marcar la relación entre civilización y barbarie desde una campaña bárbara, en donde se animaliza al indio.

«(…) se distingue por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial, cuando la educación y las exigencias de una posición social no viene a ponerle espuela y sacarla de su paso habitual. Mucho debe haber contribuido a producir este resultado desgraciado la incorporación de indígenas a la colonización. Las razas americanas viven en la ociosidad, y se muestran incapaces, aun por medio de la compulsión, para dedicarse a un trabajo duro y seguido.» (Facundo, Sarmiento, pág. 66)

La autora marplatense con su pluma les devuelve voz a los relegados: los pueblos originarios. Hojas en blanco que comienzan a escribirse con una historia que cuestiona a aquello que tiempo atrás se le otorgó el carácter de verdad absoluta. Los diarios oficiales y las ideas de respetados letrados tenían un lado oscuro. Se estereotipaba al indígena con el designio salvaje proveniente de una dicotomía entre civilización y barbarie. Una verdad que fue indiscutible durante mucho tiempo en nuestra literatura, y acentuaba la idea de que la historia argentina comienza cuando la historia de los indios termina.

«Hombres que volvían a sus toldos a buscar a sus familiares caían como ramas al ser cortadas. Se iban amontonando uno encima del otro, mezclándose su sangre y su último grito de agonía. Lágrimas y gritos por doquier, olor a muerte y a carne quemada.

Era una escena dantesca. Los chillidos de las víctimas se entremezclaban con los de júbilos de los victimarios, sedientos de violencia.» (Napalpí, Exilart, pág. 247)

«(…) El monte era mudo testigo de la carnicería que se avecinaba, la muerte se olía en el aire. El objetivo era claro: abrir camino para unir las localidades de Resistencia y Rivadavia, Chaco y Salta. Y para ello había que someter a sus habitantes: los indios.

Los aborígenes ya eran dominados por los patrones que los conchababan para los obrajes por un salario imaginario, jamás les pagaban en moneda, sino que les entregaban escasos alimentos y de baja calidad.» (Napalpí, Exilart, pág. 23)

Lo que se narra en la novela no figuraba en los diarios. Gabriela Exilart, como escritora de novela histórica, se caracteriza por una investigación rigurosa acerca del contexto histórico en el que se desenvolverán las tramas de sus novelas. La basta información se viste de literatura con su pluma. Por medio de las experiencias y diálogos de sus personajes, confronta aquello que aparecía en los partes de prensa oficiales con lo que verdaderamente sucedió, pero se ocultó.

«La población de la reducción carecía de armas de fuego, pero no estaba desprovista de coraje. Munidos únicamente por su fe y bajo un giro colectivo, un grupo de hombres, mujeres y niños emergió de la masacre blandiendo lanzas, machetes, arcos y flechas que lanzaron contra los invasores. Pero nada podían hacer frente a ciento treinta soldados encarnizados provistos de fusiles Máuser y Winchester.» (Napalpí, Exilart, pág. 246)

Eva y Carola, dos caras de una misma moneda, nos conducen por esta atrapante novela presentada en historias paralelas, en la Argentina de los años 1920. La lectura va y viene por dos escenarios distintos: Buenos Aires y la Reducción de Napalpí, en Chaco.

A las dos protagonistas las une el mismo deseo: dejar su pasado para abrirse a un futuro; para eso, deberán atravesar las pruebas del presente. Su primer desafío será recobrar la confianza en los otros y abrirse al amor. Único modo de levantarse, cuando el odio nos hunde la cara en el barro.

La riqueza de prosa que maneja Gabriela le permite que, en un escenario de guerra y sangre como el de la reducción, su lector disfrute de encuentros amorosos, sin que ambas pasiones (odio-amor) se opaquen entre sí. Con un extraordinario recurso narrativo, lo conduce por pasillos de amor, odio, vida y muerte. Un viaje fluido a través de una temática autóctona, donde lo vulnerable y lo resiliente se resolverán en un final insospechado.

 

 

Resumen:

«A veces, el pasado es un viento que atrapa con su fogoso magnetismo y sus secretos. Pero un arrebato de pasión puede cambiarlo todo.»

Dos historias ardientes se entrelazan en esta novela: por un lado, la de Carola en la Buenos Aires de 1922, una joven que al poco tiempo de casarse descubre el oscuro pasado de su marido; por otro lado, la de Eva, dos años después, en la reducción de Napalpí —provincia de Chaco—, quien intenta recomenzar su vida justo cuando se produce una de las masacres indígenas más trágicas y menos conocidas de nuestra historia.

Con sus extraordinarios recursos narrativos y la riqueza de su prosa, Gabriela Exilart vuelve a capturar a sus lectores, esta vez, con una inesperada arquitectura y un final insospechado.

 

 

Biografía de la autora:

Gabriela Exilart es marplatense, trabaja como abogada y es docente de Práctica Civil y Comercial II de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata. A los catorce años escribió su primer policial romántico. Con Tormentas del pasado cautivó en muy poco tiempo a miles de lectores, y por su rigurosa investigación histórica obtuvo la Declaración de Interés Legislativo de parte del Senado de la Provincia de Buenos Aires.

Sus obras abarcan diferentes períodos de la historia de nuestro país y se interesan por los problemas ambientales, de género y de discriminación racial, viajando del pasado al presente con magnífica fluidez.