Por Marifé Marcó

Decía Frida Kahlo: «El arte más poderoso de la vida es hacer del dolor un talismán que cura. ¡Una mariposa renace florecida en fiestas de colores!». Esta frase estuvo presente a lo largo de la entrevista con Mónica Fuksman, artista de cuna, que por un instante logró transportarme a mundos siderales

¿Cómo es que descubrís tu vocación por el arte?

Descubrí mi pasión por el arte y la danza desde que tengo uso de razón. Desde muy pequeña comencé mi carrera, cuando terminaba de hacer los deberes de la escuela empezaba a bailar o a dibujar. Mis dibujos los pegaba en la pared, quería exhibirlos. Después comencé a estudiar en la Casa de la Cultura de Avellaneda pintura, dibujo, visión, composición, historia del arte, todas las materias. A su vez, iba a la Escuela Nacional de Danzas. Hice piano también, y guitarra.

¿Con quién te formaste?

Con Miguel Caride estudié 20 años y realmente fue un maestro que me ha enseñado todo lo que yo quise saber. Él me apoyó en lo que yo quería dedicarme a hacer, abstracciones. Primero hice muchas cosas figurativas, naturaleza, varios desnudos, y después me fui a la abstracción y al surrealismo. Me gusta mucho el simbolismo y que la obra tenga un mensaje, que la gente pueda sentir algo cuando la ve. Eso es lo que yo preciso. No puedo hacer una obra que no tenga título, todas tienen título.

¿Te gusta completar la imagen con palabras?

Sí, porque en realidad cuando lo hago es por algo. No es porque hice una línea simplemente, esa línea siempre tiene un significado porque está adentro mío, es algo medular. Lo mismo con una palabra.

Siempre mis cuadros tienen diferentes focos de luz. [Refiriéndose a una obra abstracta donde aparece algo que podría ser una mariposa] Se trata de la libertad, y de todas las pieles, las capas. Lo otro también podrían ser detalles de alas o se los podría leer como ojitos porque hay muchas mariposas que tienen ojos y que tienen lunares. A mí me atraen mucho los ojos y las esferas. Busqué diferentes mariposas reales para ilustrarme y vi muchas bellísimas con ojos interesantes, que están ahí en las puntas de las alitas.

¿Qué material utilizás para pintar?

Óleo. Utilizo una técnica muy especial que aprendí con Caride, un pasaje de color que se realiza del más claro al rojizo con todos los colores. Van sumándose un color sobre otro y ya no puedo dejar ninguna parte sin hacerla. Cuando comienzo una parte tengo que terminarla porque si no se produce una costura, debido a esta técnica con la que no se ve la pincelada.

Parece acrílico.

Exactamente, lo hago a propósito. Pongo el acento en que haya una diferencia de técnica entre una cosa y la otra, entre una pincelada y otra. Me interesó hacerlo así para mostrar otro tipo de manifestación sobre la obra. En general, todas mis obras están trabajadas de esa manera, me gusta mucho hacer el pasaje de color. Ese pasaje tranquilo me descansa y a la vez es trabajoso.

¿Cuánto tiempo te lleva armar una obra?

Meses. Tengo cuadros que me tomaron un año o un año y medio para poder terminarlos. Tengo otra obra que hice con hilo sisal, que se llama Trinidad por la simbología cristiana; es el símbolo del triángulo con los tres círculos, que representa el ojo de Dios. Y de ella penden varios ojos que están en discos de madera. También hay otras de la simbología de las mariposas. Y de simbología egipcia, como la cruz egipcia. Esta es Universos Paralelos, que es parte de una serie, es un díptico.

¿Termina en negro?

No, no utilizo negro. Termina en un violáceo azulado que se pierde en la oscuridad.

Es muy interesante cómo articulaste la simbología con lo contemporáneo.

No soy religiosa pero me gusta el simbolismo y me interesa estudiar el simbolismo. Saber qué significa cada símbolo y manifestarlo. En una obra, lo hice como si fuese un ojo de Dios con el símbolo de la coronación,que a su vez significa la Tierra, y la división de la tierra y el cielo. Es un díptico también.

¿Qué artista argentino fue o es tu referente?

Me gusta mucho Pettoruti.

El pintor de la luz. Algunos críticos le decían que era frío.

Pasa que muchas veces se le atribuye frialdad por las líneas rectas. Pero es una belleza, aparte tiene un romanticismo su pintura… De los extranjeros, como yo hacía surrealismo también, me gusta mucho Magritte, es una fantasía magnífica. Dentro de la geometría, que falleció hace poquito, Mac Entyre. Me gustan mucho la sensibilidad y la creatividad de él. Y la obra de Gyula Kosice. Me gustan los creativos pero que tengan una conciencia, un por qué.

En mi caso, la gente estudiosa, que sabe de arte, puede leer mi obra. Y la gente que no sabe de arte, se emociona. He tenido gente que ha llorado frente a obras mías. Con una misma obra, lloraron tres personas diferentes, que no estaban dentro del arte. Era mi época figurativa.

 ¿Cuándo comenzás con la abstracción?

En realidad, fui mezclando bastante. Comencé en la Casa de la Cultura con figuración, después hice abstracción, y con Caride hice figuración porque ya había hecho muchos desnudos de modelo vivo. Me gustaba, con esos dibujos de modelo vivo que tenía, pintar la figura con un surrealismo.

¿Hay alguna obra de todas estas que me estás mostrando con la que te identifiques? ¿Por qué?

Me siento muy identificada con las series Universos Paralelos y Mariposas. Porque siento que hay otros motivos, otras vidas, sobre todo porque tuve una nena que no la tengo más. Quizás es la ilusión de pensar que puede haber otro mundo donde esté ella. Y la libertad de la mariposa es la libertad del ser, la libertad de pensamiento, de elección, la libertad de vivir. Son las obras que más me movilizan. Por eso digo que todas las obras que hago tienen un sentido, de racionalidad o de locura, o de alegría también, y un sentido de libertad. Porque es una libertad mía de elección de las obras, para presentarme frente a la gente y que tengan la libertad de mirar y de sentir lo que sientan.

¿Hay alguna obra nacida del dolor?

En realidad, sí, con la que lloró esta gente que te comenté. Es una personita, digamos, un ángel de espaldas, que en lugar de uno de los brazos tiene un ala que va hacia arriba. Está en los colores rosados. Esa es la obra que estaba haciendo en el instante en que mi hijita de 9 años falleció. A su vez, tiene mucha luz esa obra. Había una parte que la había hecho muy oscura pero mi maestro me dijo: «No, no, nada de oscuridad; claridad, claridad».

La obra de esta gran artista me deja sin palabras. Sumergirse en sus pinturas es como bucear en un mundo diferente, donde solo habitan las emociones.

Mónica Fuksman exhibirá sus obras en la feria ARDI, que se desarrollará en el Hipódromo Argentino de Palermo desde el 31 de Julio hasta el 4 de Agosto, en el stand 26 de 12 a 21 hs.