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29 junio, 2020

Paroxismos de una estética Kitsch

Por Natalia Bonaventura

Paroxismos de una estética Kitsch

Pedro Almodóvar

 

Dejó a los 17 años su Castilla-La Mancha natal, para llegar a Madrid e incursionar en su interés por la actuación y el cine. Fue atravesado tanto por el franquismo como la movida madrileña Cutrelux. Está última le identificó como su extravagancia y provocación.

Sus tres primeros films; están imbuidos por la estética de Andy Warhol, John Waters, Paul Morrisey, protagonistas del underground: Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montónLaberinto de pasiones y Entre tinieblas.

Debutó sorprendiendo con su originalidad en cada nueva película; su estilismo se hizo cada vez más característico: Un lenguaje vulgar, ácido, cuota de surrealismo, desenfado y ese toque «España cañí» en la generalidad de su poética.

Dentro de su estética particular: La suprema protagonista es la Mujer; bellas, fuertes, débiles; participar en sus films ya las cataloga como «chicas Almodóvar» dentro del cine español y mundial. La figura masculina es siempre centro de litigio, por no sentirse amadas, o despreciadas, o simplemente abandonadas. A pesar de ello sus personajes femeninos son imperativamente valientes, con sus neurosis; pero valientes al cabo.

La homosexualidad y el transformismo son un evidente leitmotiv. Usar como juego lúdico con esa ambigüedad permite ver hombres viriles a la vez que femeninos como Darío Grandinetti; en Hable con ella o Miguel Bosé; en Tacones lejanos.

 

Darío Grandinetti en «Hable con ella»

Miguel Bosé en «Tacones lejanos»

Homosexualidad y transformismo. Estética Kitsch. Kika. 1993.

 

Las sustancias alucinógenas son otro elemento que se hace patente en films como ¡Átame!Entre tinieblas; Los Amantes Pasajeros. Los protagonistas drogadictos o los traficantes están incluidos en las historias. Como ejemplo; en Los Amantes Pasajeros, se prepara un «agua de Valencia» como trago para apaciguar a los mismos, mezcla de alcohol y mezcalina. El resultado repercute en un caos conductual en los pasajeros y tripulación en emergencia.

 

Uso de drogas y alucinógenos. Los Amantes Pasajeros. 2013.

 

Otro tema central es la figura de la madre, sea en una faceta de mala madre (Tacones lejanos) o madre amorosa (Volver y Todo sobre mi madre). La propia madre del director ha aparecido en varias de sus películas.

El espectador es sumergido en un ambiente netamente español, más concretamente madrileño, donde todo es posible y el amor y la locura van de la mano. Hay un paradigma que evidencia familias no tradicionales.

Visión melodramática como base de la pirámide de todas sus películas, aunque a veces introduce algo de gore (La piel que habito) o del género neorrealista (¿Qué he hecho yo para merecer esto?). Suele completar sus obras colocando en ellas referencias a la fotonovela, la prensa del corazón o la televisión.

En muchas ocasiones el sexo se involucra con la muerte, como es el caso de Matador, el amor lleva a los seres a enloquecer y a morir o, en la mayoría de las ocasiones, a matar. En las películas de Almodóvar hasta el objeto más inverosímil puede ser una buena arma. En Hable con ella es una horquilla de moño; una pata de jamón en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?.

El Teléfono suele tener una presencia relevante y presencia escénica en la historia. En películas como La flor de mi secretoMujeres al borde de un ataque de nervios, o ¡Átame! aparece este instrumento que, en vez de comunicar, en la mayoría de casos, hace lo contrario, hace que esa comunicación sea un fracaso.

Uno de los rasgos más reveladores de las películas de Pedro Almodóvar es su música. Amante de los tangos, los boleros y las coplas antiguas, las adapta y actualiza para sus largometrajes. Son canciones que hablan de sus personajes, que transmiten la tristeza de sus melodramas. Canciones tales como Espérame en el cielo, corazón (MinaMatador) o Piensa en mí (Luz CasalTacones lejanos).

 

 

Cromatismo y Locaciones. Paroxismos en colores ácidos y matices primarios saturados. Proporcionalmente usado por su simbolismo, el rojo lleva la primacía.

Fan incondicional de los decorados. En sus inicios, incluso, los pintaba él mismo. Esta estética barroca, este estilo kitsch (barroco moderno y casi de mal gusto) propio hace muchas de sus películas inconfundibles y las convierte en modelo de arte e imitación. Un ejemplo muy bueno de su estética son los potentes azules que utiliza en ¡Átame! El color inunda, todo sin dejar indiferente hasta a los títulos de crédito.

 

 

Paleta saturada; predominancia de rojos y negros. Estética Kitsch. Kika. 1993.

 

Sugerida para #YoMeQuedoEnCasa:

«Los Amantes Pasajeros». 2013

 

Gráfica: Los Amantes Pasajeros – 2013

Esta comedia con mucho de humor negro y abundancia de kitsch, desenvuelve la trama dentro de un avión de la flota «Península». Los pasajeros se complementan en roles antagónicos; con una tripulación algo disparatada de tres azafatos gay, que entretienen a la gente con shows musicales y preparados con mezcalina para sedarlos.

Cuando el avión completo esté al tanto de la emergencia del vuelo, saldrán «los trapillos al sol» en cada uno de los integrantes, desafiando las máscaras humanas.

 

Pedro Almodóvar – 2019