Una visita por el Museo Castagnino y el Macro de Rosario
Por Fiorella Sozzi
Con la intención de ampliar la mirada, alejarnos del epicentro porteño y sus circuitos artísticos, viajamos a Rosario, cuna de artistas de diversas disciplinas. Luego de caminar por el Boulevard Oroño, nos adentramos a la exposición «Un Pasado Expuesto, Caminos del arte entre 1918 y 1968» del Museo Municipal de Bellas Artes Juan Bautista Castagnino
En este viaje federal, ingresamos en el tradicional Museo Juan B. Castagnino, ubicado frente al Parque Independencia. La exposición, curada por Adriana Armando y Guillermo Fantoni, está conformada con piezas de la colección permanente de lxs grandes referentes artísticos de la ciudad y de distintas partes del país, quienes manejan en sus obras diferentes técnicas, temas e intensidades.
Se destaca en el acervo, el rosarino siempre vigente Antonio Berni (1905-1981), con una sala dedicada a sus grabados. Las piezas de grandes dimensiones, premiadas en la XXXI Bienal de Venecia de 1962, tienen como protagonista a Juanito Laguna quien realiza distintas acciones cotidianas, exponen el crudo contexto que acompañó su producción, bajas condiciones socioeconómicas que atravesaban sectores de la sociedad marginados, que aún hoy no nos son lejanas ni desconocidas. Es así como se deja ver el compromiso y la mirada particular de Berni, quien conocía muy bien estas circunstancias en Latinoamérica y Argentina, ya que había viajado por gran parte del continente.
Berni, transitó una temprana formación artística, a los veinte años recibe una beca del Jockey Club de Rosario para formarse en Madrid. Sin embargo, no abandonó la relación con su ciudad natal, donde en 1934 organizó la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos, con claras intenciones estéticas y políticas.
En línea con la mirada social de Berni, también son impactantes las aguafuertes de Abraham Vigo (1893-1957), artista referente en temáticas sociales y políticas. Las series «Los oradores» y «Luchas Proletarias», con una prolija técnica, nos muestran escenas del ámbito militante, donde Vigo participaba activamente.
Una misteriosa pintura que nos cautiva es «La Siesta» de Ricardo Supisiche (Rosario, 1912-1992) que, con pocos elementos, nos acerca a una situación rural con tintes surrealistas y una paleta de tonos pasteles.
Si bien podemos realizar un recorrido cronológico y lineal sobre el cuerpo de la colección, también se distinguen distintos núcleos temáticos por sala, que esporádicamente se van modificando con la intención de dinamizar la colección del museo. En una de las recientes actualizaciones se renovaron dos salas: Intimidad donde se exponen pinturas de mujeres en interiores y otra llamada Lectoras / Lectores, donde se retratan figuras en el introvertido momento de explorar una biblioteca.
En la primera, encontramos una obra de otro rosarino, Luis Ouvrard (1899-1988) quien desde temprana edad tuvo participación en el medio artístico. El retrato «Nocturno» de 1922, nos acerca a una estética fotográfica, debido a su fondo neutro, la expresión instantánea de la retratada y una lograda iluminación frontal.
Rosa Lucrecia Tiscornia Calcagnino de Castagnino y su aporte cultural
Con la intención de hacer foco y destacar el ejercicio cultural de las mujeres, tanto en el rol de hacedoras como en el área de gestión, el museo realizó eventos al aire libre y publicó fascículos específicos. La propuesta Constructoras de la colección, nos invitó a recorrer el Parque Independencia de forma grupal en puntos específicos, acompañados de una guía quien nos transmite la historia cultural de estas figuras.
Si bien, el iniciador de la recolección y conservación del acervo artístico familiar fue Juan Bautista Castagnino (1884-1925) fue su madre Rosa Lucrecia Tiscornia (1865-1939) quien tras la trágica muerte de su hijo decidió donar su amplia colección a la ciudad.
De esta forma, se la puede considerar como la primera mecenas del arte de Rosario, por incentivar y apoyar a los artistas locales, apostar y contribuir con sumas de dinero para la continuidad de los salones e incrementar el patrimonio del museo adquiriendo obras.
Además, el museo fue inaugurado en 1937, sobre un edificio donado a la Municipalidad por ella misma. Actualmente la institución cuenta con dos sedes, ya que se sumó el monumental silo Macro, ubicado en la ex zona portuaria de la ciudad, dedicado al arte contemporáneo, inaugurada en 2004, que debido a la situación sanitaria se encuentra por ahora aún cerrada para las visitas presenciales.
«La Sutileza de Existir»
La exposición temporal del museo, recientemente finalizada, nos acercó al panorama actual de lxs artistas rosarinxs, alejándonos de las líneas de producción tradicional. A su vez la exposición realiza un homenaje al artista santafesino Raúl «Negro» Gómez, quien falleció en un accidente de tránsito en año pasado.
Esta ecléctica exposición curada por Fabian Rucco, tuvo una primera inauguración en la Bolsa de Comercio de Rosario en 2020, la cual se pudo contemplar de forma virtual, debido a la pandemia.
La exhibición reunió obras de diversas disciplinas, mostrando temáticas actuales, como por ejemplo los dispositivos de vigilancia y control ligados a las prácticas de entretenimiento, como es el caso de las esculturas «Calesita» y «Sube y Baja» de Víctor Landucci de la serie «La Ingenuidad de los Incautos».
Por otro lado, en la pintura «La Marisa» de Orlando Belloni se deja entrever el legado social de Berni, exponiendo escenarios y personajes autóctonos.
La propuesta de la exposición fue reunir obras que su título comience con la palabra «La», generando así una particular relación lingüística que abre el espectro artístico. En su heterogeneidad las obras lograron dialogar por su actitud ácida y no exenta de humor.
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Página web: https://castagninomacro.org/
Dirección Sede Castagnino: Avda. Pellegrini 2202