Por primera vez y en conmemoración a su edición número 15, El Gran Otro se hace presente en la Bienal de Lyon, uno de los eventos de arte más esperados de Francia.

 

La manifestación de arte contemporáneo nos invita a hacernos presentes «Là où les eaux se mêlent» («Ahí donde las aguas se mezclan») que es la consigna de este año. A pocos pasos de la Vallée de la chimie, cuna de la industria de Lyon y en el preciso lugar donde el rio Rhone y el rio Saone se unen, aflora la premisa de esta edición.

 

 

Según las palabras de Isabelle Bertolotti, directora del MAC Lyon, esta bienal es la del «cambio». Nuevo equipo, nuevo comisario y siete flamantes curadores del prestigioso Palais de Tokyo de París, hacen de esta edición una gran novedad. Como si esto fuera poco, la verdadera transformación de la bienal 2019, es la partida de La Sucriere, antigua sede del evento. La gran protagonista de este año es la Usina Fagor, añeja fábrica de lavarropas, que con sus 30.000m2, recibe a los artistas con sus monumentales obras y a diferencia de todas las ediciones anteriores, las mismas nacen dentro de este espacio.

 

 

¿Por qué invertir en un espacio de estas características, abandonado, repleto de arte urbano? La Usina Fagor, por su inmensidad, devora los esfuerzos de rebrote en este territorio en transición y el estudio del impacto de la contaminación del suelo que aún está en progreso; pero acostumbrado a tales superficies, consciente de estar atrapado entre «el viejo mundo industrial y las promesas de un futuro incierto», el equipo del Palais de Tokyo valoriza los graffittis, esculturas e instalaciones, tomando el riesgo de privilegiar a jóvenes artistas (muchos de ellos sin galerías que los represente), creando una ósmosis entre las obras y logrando una comunión coherente en un mismo espacio físico.

«La Usina Fagor es un monstruo repleto de fantasmas», describe la artista Marie Reinert, que graba 16 discos de vinilo en una instalación donde invita al público a escuchar sus cuestionamientos e incertidumbres en una de las inmensas salas de la fábrica.

 

 

La artista sudafricana Bianca Bondi, nos invita a a una cocina repleta de sal con tonos azulados, producto de la técnica llamada electrolyse que consiste en fusionar sustancias químicas por medio de corriente. Esta delicada bola de nieve, rinde homenaje a la usina y cristaliza una belleza secreta: «Con materias inestables, quiero mostrar el aura y lo invisible».

 

La absurda máquina de la creadora Mire Lee es una de las destacadas de esta edición. Por medio de antiguas poleas de la fábrica, la artista coreana reune diferentes elementos viscosos que giran dentro de una pileta repleta de un líquido blanco. Esto en alusión al jabón en polvo y llevando el inconsciente de los lugares a la superficie.

 

 

Ahí donde las aguas se mezclan, es testigo de fusiones de todo tipo, invita al público a adentrarse dentro de un gran «lavarropas» llamado Usina Fagor, para tomar consciencia de nuestro presente y no olvidar nuestras raíces que dejan vestigios en cada rincón del mundo.

La 15 Bienal de Lyon puede visitarse hasta el 5 de Enero en las Usinas Fagor y en el MAC Lyon.

 

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