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4 octubre, 2019

El ritmo ecológico del periodismo

Por Ayelen Dichdji

El ritmo ecológico del periodismo

La actualidad en materia ambiental interesa cada vez más al periodismo contemporáneo

Sin lugar a duda, los medios de comunicación han jugado y siguen desempeñando un papel importante en el afán por despertar la preocupación del público sobre cuestiones ambientales.

 

Al mismo tiempo, los profesionales han batallado con el desafío sobre cómo contar historias sobre debates científicos y políticos altamente complejos que se desarrollan en revistas y reuniones académicas, o cómo abordar la incertidumbre de los efectos a largo plazo de la contaminación que pueden afectar a sus audiencias. En este sentido, los eventos académicos de discusión interdisciplinarios que exploran las complejas e intrincadas relaciones entre el ritmo ecológico en las noticias y la creación de conciencia ambiental desde finales del siglo XX hasta nuestros días resultan fundamentales.

Sin ir más lejos, entre el 28 y 29 enero pasado se desarrolló el workshop Writing for Change. Environmental Journalism Then and Now en Munich (Alemania). Fue organizado por el Center for Advanced Studies, dependiente del Rachel Carson Center y la Universidad Ludwig-Maximilian. Estamos hablando de centros reconocidos internacionalmente por sus desarrollos en investigación y educación interdisciplinaria vinculadas a las humanidades ambientales, las ciencias sociales, la comunicación, la historia, entre otros campos de saber.

En esta oportunidad, el evento contó con la participación de diversos académicos de la comunicación provenientes de: Estados Unidos, Alemania, Noruega, Gran Bretaña, Serbia, Rusia, República Checa, Hungría, Suiza y Argentina. Durante dos días se discutió el estado del periodismo ambiental, sus retos, responsabilidades y alcances a nivel mundial. Si se consideran los casos particulares que cada exponente presentó en ese taller se puede concluir que se analizaba la parte por el todo. Es decir que, los casos estudiados, fueron pautas que permitieron comprender desde un aspecto micro qué está ocurriendo en una escala mayor dentro de los estudios sobre el mundo natural y su interrelación con las sociedades contemporáneas desde la perspectiva de los medios de comunicación.

Así, encontramos trabajos sobre el periodismo ambiental norteamericano y su historia; los inicios del periodismo ambiental en Checoslovaquia y la influencia de Rachel Carson en el pensamiento verde; investigaciones sobre cómo era entendida la conciencia ambiental bajo el amparo del socialismo; el impacto y la llegada de las fake news en Serbia, junto con su capacidad de generar crisis e instalar la paranoia en la sociedad; la relevancia social del periodismo en la cobertura del cambio climático; el surgimiento de la preocupación ambiental en los medios de comunicación en Argentina; la espectacularización de los problemas ecológicos en los medios actuales; el rol del fotoperiodismo en la cobertura de catástrofes ambientales, entre otros.

En este sentido, el escritor y teórico palestino Edward Said sostenía que, la cultura es una especie de teatro en el cual se enfrentan distintas causas políticas e ideológicas. Pero lejos de constituir un plácido rincón de convivencia armónica, la cultura puede ser un auténtico campo de batalla en el que las causas se expongan a la luz del día y entren en tensión unas con otras. En consecuencia, pensar en el periodismo ambiental es también preguntarse por el periodismo en general. ¿Acaso no deberían regir las mismas normas para ambos? ¿Existe verdaderamente algo denominado “periodismo ambiental” o bien todo es, simplemente, periodismo?

 

 

La comunicación implica la construcción de sentidos que de manera sistemática se construyen y se negocian. La propia definición encierra una multiplicidad de significados. Al mismo tiempo, es una actividad social que implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas. En este contexto, los medios de comunicación desempeñan un papel primordial al ser concebidos como un fenómeno social cuyas formas simbólicas se plasman en contextos culturales e históricos precisos.

Se puede advertir, así, que el cambio climático, los desastres ambientales, el desguace de la naturaleza son temas que se encuentran en la actualidad en la agenda de los medios y que constituyen lo que se intenta sistematizar como periodismo ambiental. Porque, básicamente, la relación comunicación-sociedad debe conceder un espacio primordial a la cultura, ya que se trata de un proceso simbólico mediante el cual se produce, mantiene, repara y transforma la realidad (también la ambiental).

En la actualidad, los medios de comunicación cuentan con más espacios destinados a cubrir cuestiones ambientales que las que podíamos encontrar hace 40 años atrás. Vasta detenerse a observar programas de televisión como Alerta Verde (C5N), Ambiente y Medio (Televisión Pública), Cambio Ambiental (Canal Encuentro), entre otros posibles de citar. Sin embargo, debemos resaltar que esto no siempre fue así.

El pensamiento ambiental en Argentina debe evaluarse, entonces, a la luz de las propuestas que fomentaron sus protagonistas, las actividades que promovieron y las repercusiones que tuvieron sus precursores. En nuestro país el discurso ambiental mediatizado encontró resistencia en la prensa gráfica nacional. Esto implicó la creación de nuevos espacios de debate por fuera de la cultura dominante. Por esta razón, también las referencias se brindaron en forma aislada.

Revistas como Eco Contemporáneo (1960-1969), Expreso Imaginario (1976-1983) y Mutantia (1980-1987) fueron, sin lugar a duda, pioneras en la comunicación de estas temáticas en el país más austral del mundo. Las tres son publicaciones que conforman el pensamiento ambiental contracultural argentino, donde se defiende: el retorno a las formas de vida más simples, alternativas de vida autosustentable, regreso a la tierra y la batalla contra la modernización. Cabe destacar que la heterogeneidad de temáticas que abordaron en sus páginas, por otra parte, no perdieron vigencia en el presente: utilización de agroquímicos que maximizan los beneficios económicos en detrimento de la salud; explotación minera; empleo de energías renovables; agricultura orgánica; uso, manejo y apropiación de los recursos naturales.

En suma, cuando se analiza el desarrollo del pensamiento ambiental en Argentina, y el rol de los medios de comunicación en esa transformación, debemos considerar que al comienzo esas ideas partían desde una mirada idílica de la naturaleza. Es decir que se consideraba como intocable todo aquello que estaba de la Madre Tierra. Luego, esas discusiones se trasladaron a los debates en torno a los modos de producción y desarrollo que tenía o procuraba alcanzar nuestro país; hasta, finalmente, desencadenar en posturas más radicales donde el conflicto presente desnuda las incompatibilidades de intereses entre diferentes sectores. En definitiva, y para culminar, resaltamos que las disputas en torno a la percepción de la naturaleza en los medios de comunicación siempre se traducen en batallas culturales donde la naturaleza es una construcción social, simbólica y dinámica.