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9 octubre, 2018

Trabajé sobre espacios ambiguos – Carolina Cerverizzo

Trabajé sobre espacios ambiguos – Carolina Cerverizzo
Nota por Julián Marcó
Decía Platón que «la geometría es el conocimiento de lo eternamente existente», esta compulsión incesante a la repetición que lleva a crear obsesivamente con líneas y, a veces, con vibrantes colores. En la obra de Carolina Cerverizzo abundan las formas simples y planas que interactúan creando, de esta manera, una intuición de profundidad espacial. Para profundizar sobre esta obra rítmica, emocional y ambigua, entrevistamos a la artista para El Gran Otro.

Hablemos de cómo te iniciaste en el arte, ¿a qué edad y por qué?
Siempre me gustó dibujar y pintar. A los 15 años empecé a ir a un taller  Y allí hice algunas experiencias de dibujo. Al terminar el secundario pensé en Arquitectura, pero realicé un viaje por Europa recorriendo museos viendo mucho arte y quedé muy entusiasmada. Volví, me anoté en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y comencé. Luego hice también pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) de Prilidiano Pueyrredón. Y, desde entonces, nunca más dejé de hacer obras, tanto de pintura, dibujo, algo de monotipo, algo de escultura e instalaciones.

¿Quiénes son tus referentes?
En la Pueyrredón tuve como profesor a Ary Brizzi, un gran artista de la abstracción geométrica. Y luego tuvimos una relación de amistad a través de los años, y a quien considero mi maestro. También con los artistas de la misma línea, entre ellos, Eduardo Mac Entyre, Miguel Ángel Vidal y Carlos Silva se creó un fuerte vínculo.

Tengo que mencionar mi gran admiración por el maestro Raúl Lozza, con quien también mantuve una gran amistad. También, a Juan Melé.

En el plano internacional podría nombrar a Turner, Mondrian, Rothko, Albers, Max Bill y tantos otros artistas de la línea constructiva.

¿Por qué elegiste hacer arte abstracto?
Tuve inclinación hacia la abstracción desde mis comienzos. Mi niñez la pasé en una casa de diseño muy contemporáneo y de líneas despojadas, los muebles, las estructuras simples, todo lo que hoy esta de última moda era mi ámbito. Estuve rodeada de diseño. Mi espacio fue despojado, lo constructivo se internalizo en mí.

También mi interés por la ciencia y las teorías de la física de Einstein, en ese momento, me llevaron a desprenderme fácilmente de lo objetivo para entrar el mundo de lo que sugerían los nuevos conceptos. Lo espiritual también está muy dentro de mi obra.

Trabajé sobre los espacios ambiguos, de diferentes lecturas, las vibraciones de los colores, la relatividad del color y muchos temas interesantes que se hicieron presentes en mi obra.

De toda tu producción, ¿podés elegir una obra preferida con la que te sientas identificada?
Elijo una de las tantas con las que me identifico, Entrelazados XXII, acrílico sobre tela, de 1,80 m x 1,80 m (2016) donde aparecen líneas y planos que se entremezclan generando esa ambigüedad que me apasiona lograr, creando situaciones en el plano de idas y venidas en las líneas que aparentan ser muy rígidas, pero son suaves y armónicas.

¿Cómo surge tu obra?
Van surgiendo casi intuitivamente los planteos de las obras, sin bocetos previos, casi siempre, una encadenada a la siguiente. Interacciones de colores, espacios y luces que se entrelazan dando lugar a cada serie. Aparece en alguna obra algún disparador hacia algo nuevo y así voy desarrollando mi obra sin grandes rupturas.

¿Qué tiempo te lleva hacerla?
Depende mucho, pero generalmente las obras grandes me llevan un mes aproximadamente. Hay momentos de mucho trabajo en los que produzco una serie y allí la dedicación es completa. Pero cada obra es como un hijo, es muy diferente, y lleva tiempos distintos.

Voy a realizar un recorte, tomaré los últimos 18 años de tu intenso trabajo, dentro de ese tiempo, ¿podrías hacer un breve recorrido de tu producción artística?
Llevo 40 años de trabajo desde 1978 en que presenté mis primeras obras en público. Me referiré al último período, es decir, desde 2000 hasta la actualidad. Hasta el 2005 estuvo caracterizado por planos esfumados con líneas que se perdían o se introducían en el plano. Luego, a partir de las 2008,  líneas más definidas, menos etéreas, fuertes y con colores intensos. En la exposición de Galería Rubbers (Buenos Aires) de 2010 aparecen los grandes planos y los dípticos.

Del 2011 en adelante, Entrelineas y planos, cortinas de líneas que se entrecruzan con planos que invitan a penetrar las tramas lineales y sumergirse en un universo desconocido.

¿Cuáles fueron tus últimas muestras y en qué lugares las hiciste?
Mis últimas muestras fueron en el 2016 en el Museo de Arte Contemporáneo (MACLA), donde expuse 10 años de trabajo y una instalación. En este año 2018 realicé en The Americas Collection, Coral Gables, EEUU una exposición con obras recientes.

¿Cuáles son tus proyectos artísticos?
Actualmente estoy por realizar una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Raúl Lozza, en Alberti, provincia de Buenos Aires. Y en abril del año que viene, en la Galería Rubbers, que me representa hace 25 años en Argentina.

También tengo muchas ganas de retomar la escultura u objetos en espacio tridimensional. Y continuar con obras con luz que realicé en años pasados.

Después de entrevistar a Carolina Cerverizzo, finalizaré este texto con palabras de Robert C. Morgan  –crítico de arte estadounidense: «La geometría en el arte no es una tendencia, sino un vehículo para una mejor comprensión de quiénes somos como seres humanos en el mundo de hoy». A lo que agrego, es una visión en relación con el mundo, nuestro mundo a través del arte.