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17 febrero, 2021

Centenario de un artista siempre vigente

Por Fiorella Sozzi

Centenario de un artista siempre vigente

«Lo único que le pido al arte
es que me permita condenar la barbarie de Occidente
con la mayor claridad posible»

León Ferrari

 

Creador multifacético, con una sólida actitud de compromiso político y lucidez social, León Ferrari dejó encendido un fuego artístico y de libertad en quienes se vincularon con su obra, tanto espectadores como agentes del campo.

 

Los homenajes por el centenario del artista plástico León Ferrari (1920-2020) lograron adaptarse a la virtualidad, luego de los imprevistos cierres de los museos debido a la pandemia.

El Museo Nacional de Bellas Artes junto con la FALFAA «Fundación Augusto y León Ferrari, Arte y Acervo» consiguieron celebrar su obra y trayectoria en una exclusiva web dedicada al artista. De esta forma la exhibición antológica prevista para las salas de la institución fue postergada para abrir la temporada del 2022.

Se suma a los homenajes, la reciente apertura de la exposición «La bondadosa crueldad. León Ferrari 100 años» en el Museo de Reina Sofia de Madrid, que recorrerá distintos museos de Europa durante dos años, entre ellos el Centro Pompidou de París.

 

Tradición cuestionada

No es extraño que la educación que recibió León haya sido católica. Su padre, nacido en Módena, norte de Italia, se asentó en Argentina de forma definitiva en las primeras décadas del siglo XX. Augusto Ferrari (1871-1970), arquitecto y artista, quien construyó y decoró distintas iglesias y abadías tanto en Buenos Aires como en Córdoba, conoció a la madre de León pintando un mural en la capilla del colegio «Divino Rostro» frente al Parque Centenario, en el centro geográfico de la ciudad.

 

Sin título, de la serie de «Relecturas de la Biblia», Nov 1986, Collage sobre papel. 24 x 24 cm – Colección Familia Ferrari

 

León Ferrari quien en 1938 se recibe de ingeniero en la UBA, profesión que le permitió sostenerse económicamente a la par que se acercaba cada vez más al arte.

Su camino artístico se inicia de forma autodidacta, pintaba y dibujaba ocasionalmente; más adelante durante el tiempo que vivió en Italia por motivos familiares, se especializaría en escultura.

Como hacedor, Ferrari exploró diversos materiales y soportes, desde el yeso al cemento, pasando por la madera y el alambre en sus esculturas, hasta diversos pigmentos y tintas en sus dibujos. También se animó a incorporar en sus collages elementos y materiales no convencionales, como excremento de palomas.

Ferrari logró apropiarse de su educación, deconstruyéndola para interpelarnos y cuestionar los dogmas católicos realizando críticas mordaces. Sus conocimientos sobre la doctrina del nuevo testamento, junto con los escenarios y elementos que la componen potenciaron su imaginario y sus propuestas conceptuales.

 

Sin título, de la serie «Ideas para Infiernos», 2008 tablero y figuras de ajedrez, mecheros de metal en miniatura 21,5 x 50,2 cm – Colección Familia Ferrari

 

En 1976 debido a la toma de poder de la última dictadura cívico-militar, se ve obligado a exiliarse en San Pablo, Brasil, donde se asienta a la espera de novedades de su hijo Ariel, quien finalmente fue secuestrado y desaparecido junto a su compañera embarazada. Debido a su historia personal y como militante el artista sistemáticamente apuntó contra el silencio de la Iglesia frente al terrorismo de Estado.

 

Sin título, de la serie nunca más, ca. 1996 collage sobre papel 29 x 20,6 cm – Colección Familia Ferrari

 

Teniendo en cuenta las temáticas que plantean sus obras, de complejidad combativa y reivindicación, Ferrari consigue de forma consistente acompañar este inquietante contenido con un formalismo estético de alto nivel, enmarcado en la vanguardia moderna de la década del ’60 desdibujando la frontera entre el arte y la esfera política.

En sus obras supo realizar lectura particular que revela y pone evidencia las contradicciones de la Iglesia Católica, tanto en lo que respecta al relato bíblico y los valores promovidos por su doctrina, como por las decisiones político-institucionales que hace siglos tienen injerencia en la regulación de la organización social.

 

Primera carta al Papa, 21-02-2006 Tinta sobre papel 47,7 x 35,8 cm – Colección Familia Ferrari

 

Participó activamente de exposiciones individuales y colectivas en los más importantes centros y eventos artísticos del mundo.

Su merecido reconocimiento por su trayectoria ética y estética llegó en el año 2007 cuando recibe el León de Oro en la 52ª Bienal de Arte de Venecia. 

 

El niño travieso

FALFAA es la fundación que se encarga de atesorar y difundir la obra de León Ferrari. Su locación, el último taller del artista, una antigua casa en el barrio porteño de San Cristóbal, sitio que se encarga de conversar más de cuatrocientas obras del León y de su padre, además de pequeñas piezas y elementos que el artista recolectaba para armar sus esculturas.

La fundación que está activa hace dos años, genera distintas actividades en vistas de la reflexión sobre su patrimonio. Aunque por ahora se mantiene cerrado el taller a causa de la pandemia, es inminente la reapertura de la institución reacondicionada con los protocolos correspondientes.

En la dimensión virtual, desde fin de enero se puede realizar un recorrido por la web exclusiva dedicada al amplio acervo de su obra. Allí se reúnen algunos testimonios de familiares y colegas, entre ellxs encontramos a Yuyo Noé, quien en formato de retrato relatado nos acerca parte de la biografía de León, describiéndolo como alguien muy meticuloso y detallista durante el proceso de creación, rasgo que lo acerca a la generación del ‘50. Su compañero artístico y amigo, menciona también algunas lecturas posibles sobre la escultura «La civilización occidental y cristiana» (1965), obra realizada en el marco de la guerra de Vietnam, que desató variadas controversias y fue censurada en su muestra retrospectiva en el CC Recoleta en el año 2004.

 

Casa Taller Ferrari – Fotografía: Fiorella Sozzi

 

Otros testimonios incluyen al cantautor de la trova cubana Silvio Rodríguez, que nos regala «Historia de las sillas» en un sentido homenaje. Así como también, las palabras de Florencia Battiti, actual en jefe del Parque de la Memoria, recuerda anécdotas compartidas con León, donde se deja en evidencia su generación, confianza y desapego respecto a sus obras. Emocionan las palabras de la artista Diana Dowek, compañera de militancia y producción artística, quien rememora cuando juntos tiñeron de rojo una fuente de la Av. 9 de julio, durante una manifestación en el contexto de la guerra de Irak.

La pieza audiovisual de Rubén Guzmán «Civilización. Un documental sobre León Ferrari» (2012), disponible para visualizar, repasa gran parte de su historia artística acompañado de imágenes del artista trabajando en su taller.

 

Retrato de León Ferrari junto a una de sus obras.

 

https://leonferrari.com.ar/
https://leonferrari.bellasartes.gob.ar/
https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/leon-ferrari

 

Foto Portada: León Ferrari en su taller – Fotografía: Adrián Rocha Novoa

*La línea editorial de la revista El Gran Otro acepta el lenguaje inclusivo por el que ha optado su autora.