Entrevista a Amalia Amoedo, Presidente de arteBA Fundación
Por Luciana García Belbey
A finales de febrero dialogamos con Amalia Amoedo para que nos anticipe lo que sería la edición número 29 de arteBA, la feria de arte más importante de la región, que originalmente iba a tener lugar, como todos los años, en La Rural, entre el 16 y el 19 de abril. En aquella oportunidad hablamos de la relevancia, y consonancia con los tiempos actuales, de que una mujer ocupara la presidencia de la fundación. Nos comentaba, también, algunos de sus principales objetivos al frente de esta importante institución artística como su compromiso continuo en apoyar a los artistas más noveles; el posibilitar que más gente se acerque al arte contemporáneo, y seguir fortaleciendo la escena artística a nivel federal. También nos contaba con entusiasmo sobre su interés en continuar estimulando la creación de redes de intercambios con el mundo, y contribuir con el fortalecimiento del mercado de arte local, y fomentar el coleccionismo, sobre todo de las mujeres.
A pocos días de entregar aquella primera nota a la redacción de la revista se declaró la cuarentena preventiva y obligatoria, a causa de la pandemia provocada por el COVID19. Dada la gravedad del contexto, aquella entrevista rápidamente perdió vigencia, de cara a la nueva realidad que nos atravesaba a todos. De hecho, la postergación, primero, y luego la cancelación definitiva de la Feria fue de los primeros eventos culturales masivos en darse de baja en la ciudad de Buenos Aires. En esta nueva coyuntura arteBA, rápidamente, opto por volcarse a los nuevos formatos virtuales, y tuvo su primera versión digital, a través del sitio especializado en difusión y venta de arte contemporáneo Artsy. A continuación compartimos esta segunda charla con la presidenta de arteBA Fundación, Amalia Amoedo, en donde comparte balances y reflexiones acerca de esta particular experiencia que estamos viviendo desde hace casi 3 meses.
– Hola, Amalia, estuvimos en contacto hace un par de meses para hablar de los nuevos proyectos para la feria de este año, y dada la cuarentena, nos vemos en la obligación de actualizar nuestra charla. A pocos días de declararse la cuarentena preventiva y obligatoria por parte del Gobierno Nacional, arteBA decidió aplazar su edición prevista inicialmente para el mes de abril de este año y luego su cancelación definitiva. ¿Cómo fue la toma de esta decisión y cómo fue recibida por parte de los distintos sectores involucrados en este evento tan importante?
Es la primera vez en la historia que arteBA se pospone, así como es la primera vez que nos toca vivir a todos y cada uno en su situación un momento tan extraño y desafiante. Junto a todo el equipo de arteBA, estábamos muy atentos a lo que sucedía con las ferias de otros países, especialmente en Europa en donde comenzaban a contabilizar varios casos de infectados, y en contacto estrecho con las autoridades de nuestro país, para ver las medidas que ellos tomaban. Fueron días de mucha incertidumbre, en donde el escenario cambiaba minuto a minuto y para nosotros en arteBA, lo más importante era dar una respuesta cierta a nuestras galerías, con la conciencia de que la feria se tenía que desarrollar en un ámbito absolutamente seguro para expositores y visitantes. Con el correr de las horas, esta premisa se hacía cada vez más difícil, buscábamos alternativas y coincidimos con la decisión del Gobierno de la Ciudad de suspender cualquier evento masivo.
Nuestra interlocución era y es hoy permanente con Meridiano y todas las galerías relacionadas a arteBA, además de otros referentes de nuestro sector. Aunque estamos atentos siempre a una coyuntura global, y a mantener nuestra relación con colegas y personas del medio del arte de otros países, nuestra primera prioridad era el medio local, que es el que nos ocupa fundamentalmente. Ya hemos abierto mesas virtuales de intercambio de ideas para pensar junto al medio y proyectar estrategias acordes al momento y contexto actual. En este tiempo, hemos lanzado ocho iniciativas en las plataformas de arteBA: la feria virtual en el sitio Artsy; visitas a muestras en galerías sin salir de casa; ciclo de videos de artistas latinoamericanos seleccionados por curadores; podcast sobre arte y activismo, con referentes del tema; «vivos» de artistas argentinos; diálogos entre artistas argentinos, curados internacionales y coleccionistas; un foro de debate entre importantes figuras de la escena artística internacional; y la entrega a domicilio de la revista de arteBA impresa bajo estrictas normas de seguridad. Todas estas acciones ya están sucediendo.
– Luego de esta etapa inicial, se decidió hacer una edición virtual de la feria a través del Sitio Artsy, ¿qué nos podés contar sobre el desarrollo y la preparación de esta innovadora propuesta, en este nuevo contexto?
La feria virtual de arteBA en Artsy fue una reacción rapidísima hacia una situación nueva que amenazaba con no solo la realización de la feria de arte más relevante del país, sino el momento del año más importante para el mercado del arte local. En menos de un mes -fuimos la primera feria de Latinoamérica en hacer su versión «online only» – poníamos en línea una plataforma en donde todas las galerías participantes de arteBA estaban invitadas, sin cargo, a ofrecer las obras de sus artistas a coleccionistas y compradores de arte. Tuvimos 200.000 visitas, se realizaron buenas ventas, el museo Malba compró -fue la primera vez en Argentina que se realizó una adquisición institucional de modo virtual- y la plataforma permitió, además, que se inaugure de modo virtual la primera nominación al premio anual de adquisición Latin America Art Award de ArtNexus. Hoy contamos con nuevas herramientas, esa fue una experiencia muy positiva en el momento de más incertidumbre.
– ¿Cuál fue la receptividad de este nuevo proyecto en el campo local desde tu punto de vista, ¿sentís que tanto las galerías, como las instituciones participantes pudieron adaptarse bien a esta nueva modalidad? Para muchas debe haber sido todo un desafío.
Fue un enorme desafío para todos. Algunas galerías ya estaban acostumbradas a lo digital, pero la mayoría no había desarrollado un sitio de venta online o vendido nunca una obra de modo virtual. La respuesta de las galerías fue inmediata, consiguieron las fotos y subieron el material a la plataforma que proponíamos, en pocos días. Era un modo de estar activos en un momento de «parate» extremo. Los curadores y coleccionistas apoyaron esta iniciativa, visitaron, preguntaron, compraron. Y algunas instituciones, como te decía antes Malba, hasta se jugaron un rol relevante y fundante también. Quizás todavía no nos demos cuenta cómo nuestros hábitos han cambiado, hoy tenemos una relación con las herramientas digitales distinta que la que teníamos hace tres meses. Desde arteBA lanzamos esta iniciativa antes de que se cumpla un mes del comienzo de la cuarentena estricta, con todo y todos paralizados.
– ¿Cómo fue la receptividad de parte del público general?
La respuesta del público superó nuestras espectativas. Tuvimos 200.000 visitas, el doble de la cantidad de gente que viene a arteBA cada año. Coincidieron varios factores para este fenómeno: la virtualidad permite que visiten la feria muchas personas que no viven en la Ciudad de Buenos Aires. Desde cualquier provincia de la Argentina o ciudad del mundo, entrabas a arteBA con un click, y podías disfrutar de las obras allí expuestas, las 24 horas del día. También fue un momento tan «shockeante» para todos, que esta plataforma se convirtió en un primer espacio de disfrute, de exploración personal e incluso de encuentro.
– ¿Hicieron algún tipo de evaluación general del proyecto y un balance en cuanto a ventas y visitas a las distintas secciones de la web?
Si bien hay ciertos «analytics» que sirven para comprender hábitos y nuevas costumbres, a nosotros nos fue muy gratificante que arteBA tomara un lugar realmente federal. Todos los años vienen invitados de otros lugares de nuestro país, pero con la edición especial de arteBA en Artsy, existía la idea de visitarnos sin tener que viajar a Buenos Aires. De ninguna manera vamos a comparar la experiencia de ver y sentir una obra de arte en vivo con hacerlo a través de una pantalla, o de vivir todo lo que sucede alrededor de arteBA en la Semana del Arte. Son vivencias muy diferentes, pero sí creemos que hay herramientas para usar y explorar que abren el acceso al arte contemporáneo a un nuevo público y a un nuevo coleccionismo.
– Por último, haber atravesado esta experiencia digital y virtual, ¿les abrió el camino para seguir pensando en nuevos proyectos hacia el futuro, dentro esta nueva modalidad, y cómo pensás que va a transitarse la reapertura, sobre todo en el sector de las galerías?
Como te decía antes, la experiencia de estar frente a una obra o ser parte de una acción artística es incomparable con hacerlo en una pantalla. Las personas vamos a volver a las galerías, a los museos, a las ferias. El encuentro personal no lo reemplaza un «zoom», pero esta situación nos enseña que hay otro modo de hacer ciertas cosas, vamos a convivir con una realidad «real» y una realidad virtual complementaria. Hay que innovar estrategias hacia esa dirección, sin dudas. Y personalmente creo que todavía hay mucho para hacer. Ojalá el mundo y la suerte nos acompañen.
Amalia Amoedo transmite pasión y entusiasmo, como es su costumbre, y se muestra con optimismo, a pesar de este difícil momento que nos toca a travesar. En un contexto sin precedentes, y adverso para muchos, la presidenta de arteBA Fundación muestra una visión esperanzada de cara a lo que viene. Un futuro tan incierto como propicio para nuevas maneras de pensar el mundo que nos rodea.